jueves, 4 de enero de 2007

Día 2. Cuento de Navidad

Suponiendo que eso siga aquí mañana, decido acostarme con una única petición a la almohada, una única petición solícita y suave. Sostengo que no pido demasiado, simplemente, pido no seguir pidiendo nada a la vida, mientras viva una vida tan avara y tan tacaña como Ebenezer Scrooge en “Cuento de Navidad”. Porque en ella, en mi vida, aún no ha llegado la moraleja liada entre palabras simples y buenas intenciones, entre nieve y familias que cenan sonrientes, deseando no atragantarse con un empacho familiar.

En estas primeras “Navidades” sola, estoy cavando un hoyo con todo lo necesario para afrontar el nuevo año: un libro, una almohada, muchos sueños, muchas realidades y sobre todo con la linda ilusión de que no se produzca una mezcla entre mi realidad y el mundo de mis sueños, ya que hay veces que los sueños huecos son lo único que puede mantener en pie una realidad demasiado recargada.

Como supongo que eso no va a irse en las próximas fechas, dejándome sola y acompañada de un pequeño pañuelo blanco con la palabra “adiós” inscrita en su lino, me imagino al pañuelo entrelazado en mis finos dedos, con lágrimas inscritas bajo esparto, buscando quietud en eso que no para de dar vueltas por mi pequeña cabeza, eso que juega con mi largo pelo castaño, que admira callada mi piel cuidada, que se siente orgullosa al ver que la fortaleza de la nostalgia es directamente proporcional al silencio de los pasos transformados en un simple murmullo.

Todo eso en una ciudad nueva, una ciudad sin ventanas abiertas al que pasa sólo para aprender mirando, ventanas por las que Ebenezer Scrooge podría llegar a la moraleja escrita por Dickens, leída por todos, necesitada por mí.


PD:(Un abrazo a todo el mundo, gracias por el apoyo de la primera entrada ;-)

12 comentarios:

Rocío dijo...

Saludos desde madrid y suerte con esta nueva blog.

Stefy dijo...

¡Hola!
Dices que es tu primera Navidad sola y yo te digo: Más vale sola que mal acompañada.
Ánimo

manuel_h dijo...

Barcelona será una buena ciudad en la que no te vas a perder, y éste será un gran año. Fijo.

un abrazo

eika dijo...

Sueños, realdades, ilusiones... Compañeros perfectos para soportar el viaje a un nuevo destino.

Un abrazo (^.^)

Tarta de Pastrana dijo...

Bon Jovi??

espiralproscrita dijo...

Un abrazo Esther, que te arrope en estos comienzos.
Hoy es un cuento de Navidad.
Pronto llegará la primavera.
Las escaleras de caracol subirán a lo más alto
para que puedas ver la ciudad sin tener que cerrar los ojos.
Un fuerte abrazo.

sergisonic dijo...

abre sin miedo esas ventanas, de verdad, el espíritu urbano de al ciudad es travieso y tímido, pero bueno. de verdad. prueba, ¿vale?

petons
sergi

Lágrima del Guadiana dijo...

Con la curiosidad por mirar, por ver más allá de los muros que hoy te parecen altos, conseguirás que se abran las ventanas, una tras otra...

Aquí estaremos, ansiosos por conocer tus impresiones.

el santo job dijo...

tu tranquila. Agarra fuerte ese kit de supervivencia (no te olvides nunca de un buen libro) y tira para adelante. Además, el viejo Scrooge nunca escribió un blog (o por lo menos el fantasma de las navidades presentes nunca lo tuvo en cuenta)
Un abrazo

Peter dijo...

En breve florece el mercat, niña!
Salud!

Alice ya no vive aquí dijo...

Es una gran petición, aunque para ello se tiene, o que estar muy segura de tener todo lo necesario, o tener mucho miedo de que las cosas puedan torcerse más.

En todo caso, que este año sea un comienzo :-)

AsDePiqas dijo...

Fíjate todo el apoyo que puedes encontrar así de buenas a primeras


¿No es un buen augurio?

Un abrazo^^