viernes, 12 de enero de 2007

Día 3. Cuento de una tostada

Y me levanto sumisa de la cama, pegando saltos que esquivan al sueño y a la modorra, comienzo el día entre quejidos que me incordian, de un despertador “made in...(país del tercer mundo que no recuerdo)”. En mi pequeña habitación apenas decorada, finalizo el ritual, que inicia todos mis días, cuando estiro, en una posición imposible al desaliento, mi cuerpo, aún cansado de la jornada de ayer, y me muestro ilusionada a todos los que tengan ganas de verme en un país bello, pero que desagrada al que comienza.

Y me siento cómoda en la incómoda silla, que adorna zigzagueando la mesa, de la claustrofóbica cocina donde los desayunos se ponen firmes, realizan el saludo militar y al toque de corneta te obligan a desperezar la pereza.

Y me visto conjuntada, buscando en la ropa, en la esperanza, en mis cualidades no explotadas en este trabajo que acaba de comenzar, el perfecto conjunto de una vida que se despierta, se levanta y se marcha a trabajar.

12 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

siento el aroma de aquellas sábanas.

Alnitak dijo...

Y es que a veces, levantarse no es más que el preámbulo de volverse a acostar...

sergisonic dijo...

Buenos días, srta. Vida.
¿Un café?

Alice ya no vive aquí dijo...

El comienzo de un sólo día puede ser el comienzo de toda una vida.

Qué lástima que no nos despertemos cada día con esa conciencia de tener que vestirnos para una vida que empieza en ese instante un día nuevo :-)

Besos

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo con Alicia. Hizo un comentario muy acertado.

la cubana dijo...

no consigo acertar si te levantas contenta o triste...

o es lo mismo?

de todas formas, buenos días

Capitán Alatriste dijo...

Uff, yo también estoy de acuerdísimo - as usual - con Alicia. Sería maravilloso eso.

Sería maravilloso eso. Esa es la verdadera libertad.

Anónimo dijo...

¡Hola, bonita!
Ocurre que me han bloqueado el blog y de ahí que no pueda seguir publicando. Tendré que hacer uno nuevo. Pero me pondré en contacto contigo. Eso seguro.
Verás, la revista que dirijo pretende que cada autor deje una especie de huella con su identidad, una identidad que lo haga personal y diferente. Por eso jamás nos proponemos marcarle nada a nadie. Lo importante es el libre albedrío y que cada uno escriba sobre lo que más le apetezca. No sé si sabes a dónde puedes enviar tu texto: aevohe@lugo.usc.es
Si no, puedes enviarlo a mi mail:scheherezade85@yahoo.es.
Un abrazo gigante.

Peter dijo...

Taiwan.
Mermelada de frambuesa.
Salud.

!D

AsDePiqas dijo...

Buena caza.

Si no encuentras lo que buscas, no te olvides de lo que encontraste sin buscar!!!
:)

eika dijo...

Qué lindo!!

Ya verás que de ese closet de sensaciones nuevas surgirá de repente un conjunto de risas y alegrías.

Un fuerte abrazo, amiga!!!

peter k dijo...

te imaginas un desayuno eterno, aderezado con sumisos bocados de tiempo, y de carne, y de cualquier otra cosa.
y que puedas saber que solo tienes la obligacion de ser uno, el que elijas, pero solo uno.

y que lo maximo que te pueda molestar, sea la muerte

me parecio lindo, tan cercano.
bienvenidas otras tostadas

besos cómodos